Colaborar comprometido con nuestra parroquia. D.E.P.
Papá:
Creo que todos los presentes estamos de acuerdo en que eras una persona ilustre en nuestras
vidas, en parte, por tu gran carisma. ¿Quién no ha caído rendido escuchando alguna de tus
historias sin recordar cómo había empezado? Mucho más difícil era encontrar el final de esas
historias porque rápidamente la enlazabas con la siguiente. En las historias, como en la vida,
uno suele preocuparse por el principio y por el final, gracias a ti comprendimos que lo
importante realmente era la aventura del camino.
Es imposible hablar de ti sin hacer referencia a la vocación que sentías por ayudar a otras
personas, a todas las que te lo pedían y las que no, y con la compasión que lo hacías. Has
tenido más de mil amistades en vida, muchas de ellas nos acompañan hoy aquí, perque has
sido un torbellino de actividad social solo interrumpido por tus largas siestas veraniegas. Tus
acciones han tenido siempre una respuesta muy tangible por parte de la sociedad, todo el
mundo te ha mostrado cariño y afecto a través nuestro, has sido tratado como un miembro
más en muchas familias.
Siempre has tenido presente el camino recorrido desde tus orígenes, perteneciste a una
generación donde estudiar era un lujo, y tú te esforzaste para aprovechar cada oportunidad
que la vida te brindó, aprendiste un oficio que ejerciste siempre con orgullo y dignidad para
alcanzar la prosperidad para tu familia, nosotros, y cuando decidiste que ya era hora de
jubilarte volviste a tus orígenes, la huerta, las sobremesas y sus conversaciones, las risas, la
familia.
No podemos hablar de ti sin hablar de tu compañera de vida, tu chulica, hablar de ti y no
hacerlo de ella es como hablar de Murcia y no hablar de sus limones. Siempre formasteis un
binomio perfecto que ha regalado a este mundo diez muevas vidas increíbles, tus hijos y tus
nietos. Cuando decidiste despedirte de nosotros, dos de tus nietos no pudieron estar a tu lado:
Quico, que tuvo la suerte de conocerte cuando tú aún eras tú, tu Quico, tan cariñoso siempre
contigo y tú con él. Y Juan, tu Juan, que te conoció cuando tú ya empezabas a olvidar quien
eras, Juan que te lleva en el corazón y en la piel. Ambos
estuvieron cerca de ti a través de nosotros.
Tu larga enfermedad nos ha ido preparando para tu adiós. A pesar de la resistencia de tu
cuerpo, llevabas mucho tiempo sin ser la persona que un día fuiste, sin embargo, incluso en los
últimos meses seguimos reconociendo el calor en tu mirada, reconociendo que tu esencia
seguía allí. Por eso, aunque estuvimos prevenidos, tu marcha ha seguido doliéndonos.
Por todo esto, queremos agradecerte el habernos enseñado lo que de verdad importa: el
camino de la vida. Tu familia y tus amigos nos sentimos orgullosos de poder considéranos
buenas personas por tener un poco de ti dentro de nosotros. Hoy te despedimos, pero
pervivirás en nuestros recuerdos, y, sobre todo, a través de nuestra forma de ser.
Barqueros, el patrón abandona, por la vida, porque le tocaba delegar, ahora nosotros tenemos
la responsabilidad de llevar el barco. Seamos dignos hijos y nietos y sigamos
haciendo familia.
Gracias a todos por acompañarnos siempre
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